Crecí observando a mi padre cuando trabajaba en su consulta de Medicina Tradicional China, con apenas 4 años.
Con 15 años hice mi primer masaje auricular a una amiga que tenía tortícolis, con bastante éxito. Me gustaba poder aliviar a otros, y por eso siempre me apasionó el mundo de la Salud.
Tenía una fuerte sed de conocimiento y comprensión del cuerpo y sus procesos, por eso inicié la carrera de Bioquímica, con la intención de especializarme en Biomedicina. Sin embargo, durante el primer año me desanimé: trabajar desde el laboratorio no era mi vocación. Quería llevar ese conocimiento que la investigación descubría cada día a soluciones prácticas y aplicables a personas con problemas reales. Mis otras opciones tras las Pruebas de Acceso a la Universidad habían sido Psicología y Fisioterapia, y finalmente me decidí por esta última, ya que a mis inquietudes profesionales se sumaba una experiencia personal y familiar extensa de dolor crónico y otros trastornos de salud.
Después de ejercer unos años como fisioterapeuta, tras realizar decenas de formaciones regladas y autodidactas, debido a mi propio proceso de enfermedad, la vida me llevó a descubrir el apasionante mundo de la Salud Integrativa y del Sistema Nervioso Autónomo: el conocimiento de esos procesos internos del organismo que tanto me inquietaron en su momento adquiría un sentido al ver los trastornos de salud como un todo: bioquímico, biomecánico, bioeléctrico, estructural, psicoemocional…
11 años de experiencia atendiendo pacientes complejos, unidos a mi propio peregrinaje sanitario, me hicieron comprender que lo más importante a la hora de abordar a un paciente no es tener las herramientas o conocimientos para tratar el síntoma o la patología. Eso, claramente, es necesario; sin embargo, el proceso terapéutico debe comenzar por la comprensión del contexto y las inquietudes del paciente por parte del profesional, y el éxito del mismo dependerá de su capacidad para hacer comprender al paciente la naturaleza de sus síntomas y las causas que los subyacen, para que pueda así tomar las decisiones adecuadas, cambiar ciertos aspectos de su vida y apoyarse en los profesionales y herramientas que realmente puedan ayudarle. Desde 2021, he aprovechado cada ocasión para reunirme con otros profesionales sanitarios, grupos de pacientes, invitaciones a entrevistas, etc, para divulgar sobre este paradigma de salud integral y llevar este conocimiento a todas las personas posibles. En 2023 y 2024, tuve la inmensa oportunidad de recibir dos cursos de formación en Comunicación con uno de mis mentores, Ángel Martínez Maestre, que me ha enseñado a aprender a escuchar y comprender mejor a los pacientes, y desde ahí transmitirles el conocimiento que necesitan para afrontar sus problemas de salud con una metodología humana, actualizada y que no abandona a nadie. Actualmente, mi misión es la de llevar ese conocimiento de calidad al mundo, por ello compagino actividades de: Divulgación como educación de la sociedad sobre una perspectiva de salud actualizada y realista. Formación de otros Profesionales Sanitarios en esta visión, mediante cursos desarrollados sobre esas bases científicas, integrales y humanas. Aplicar dicho conocimiento en personas reales, en este caso en Clínica La Esperanza (Córdoba, Andalucía), un centro con un equipo de profesionales formados y especializados en esta metodología, con un enfoque interdisciplinar y esos valores humanos que nos definen.
“Todos tenemos la capacidad de hacer mejor la vida de cada persona que se cruza en nuestro camino”