En este artículo te presento una lista de los más de 100 síntomas de la fibromialgia. No para sumar etiquetas más, sino para que puedas conocer qué sí es compatible y qué no, con la sensibilidad central, y salir del miedo a un problema mayor. Además, te ayudaré a entender porqué en cada persona con fibromialgia se dan unos u otros.
La fibromialgia (o Síndrome de Dolor Miofascial) es una de las manifestaciones del Síndrome de Sensibilidad Central (SSC). Esto ocurre cuando el organismo lleva demasiado tiempo viviendo en modo alerta y se especializa en activar síntomas de protección, incluso cuando no existe un daño o peligro real ni potencial.
Esta condición genera síntomas que no siempre se explican con pruebas médicas normales, pero eso no significa que no existan o que sean “mentales”. Comprender el SSC ayuda a reducir la incertidumbre y evitar diagnósticos erróneos o gastos médicos innecesarios.
Si estás leyendo esto, probablemente lleves tiempo con dolores raros, fatiga que no se quita, hipersensibilidad al ruido, al frío, incluso al estrés o a las emociones. Y tal vez te has preguntado: ¿será todo esto parte de lo mismo?
La fibromialgia no es una enfermedad en sí, sino un conjunto de síntomas crónicos derivados de un cerebro que procesa mal las señales de dolor, generando molestias incluso sin daño físico real.
Uno de sus signos típicos son los puntos gatillo: zonas musculares extremadamente sensibles que provocan dolor local o irradiado.
Si te has estado preguntando “¿qué síntomas tiene la fibromialgia?” o “¿cómo saber si tengo fibromialgia?”, aquí te presentamos los signos más comunes.
La sensibilidad central (fibromialgia, fatiga crónica…) puede presentarse de formas distintas en cada persona que la padece, habiéndose descrito hasta 100 síntomas en este síndrome. En cualquier caso, lo síntomas de la fibromialgia que comparten todas las personas que la padecen es la sensación de no ser comprendidas y ser tratadas como exageradas o histéricas, además de pasar una época de incertidumbre o incluso miedo a tener una patología de consecuencias más graves. Por eso es importante conocer, para salir del miedo, y preocuparnos (o más bien ocuparnos) exclusivamente de ser acompañados por profesionales realmente formados.
Algunos de los primeros síntomas son bastante comunes, mientras que otros pueden pasar desapercibidos o no relacionarse, lo que complica el diagnóstico con pruebas innumerables, y dificulta el correcto acompañamiento.
La fibromialgia se puede manifestar poco a poco o después de un evento muy estresante (duelos, enfermedades graves, traumas…).
Los síntomas de fibromialgia más frecuentes son:
Aun así, para muchas mujeres, los síntomas colaterales pueden ser impredecibles e incluso más limitantes que el dolor o la fatiga, lo que hace que vivir con sensibilidad central sea un desafío diario.
Si te han “diagnosticado”, sugerido o sospechas que puedes padecer un síndrome de sensibilidad central, fibromialgia, fatiga crónica, etc, lo primero que te recomiendo es que busques a un profesional ALTAMENTE ESPECIALIZADO, si no quieres dar muchas vueltas.
Para un diagnóstico fiable es necesario un especialista en sensibilidad central (idealmente un equipo interdisciplinar). Muchos médicos aún no dominan el enfoque correcto, lo que puede alargar el diagnóstico.
Hoy se usan dos herramientas para detectar a fibromialgia:
La fibromialgia se diagnostica si:
👉 Nota: Ya no se utilizan los puntos gatillo para el diagnóstico.
A día de hoy, NO EXISTE UNA PRUEBA MÉDICA QUE determine LA EXISTENCIA DE FIBROMIALGIA O SENSIBILIDAD CENTRAL, aunque sí se pueden analizar las alteraciones inflamatorias y funcionales, en sí no son pruebas diagnósticas, ya que, como hemos dicho, no es una enfermedad, sino un síndrome.
Aunque la fibromialgia en sí no abarca 100 síntomas, el Síndrome de Sensibilidad Central sí puede desencadenarlos.
Se debe a que el sistema nervioso reacciona de forma exagerada a estímulos normales (sonidos, luces, tacto, emociones…).
Porque si sabes que tu sistema nervioso está hipersensiblilizado —y no roto—, puedes entender mejor tus síntomas, saber que tu cuerpo no te ataca, sino que se ha sensibilizado. Y lo más importante: al igual que tiene capacidad de sensibilizarse, la tiene para reducir sus niveles de sensibilización, sólo necesita el acompañamiento y las herramientas adecuadas.
Tu cuerpo aprendió a protegerse tanto, que ahora necesita aprender a relajarse y confiar de nuevo.
Antes de consultar la lista de 100 síntomas de la fibromialgia, recuerda: una cosa es identificar y otra entrar en modo alerta por una etiqueta clínica: la fibromialgia NO ES UNA ENFERMEDAD, y esta lista no es exclusiva en el síndrome de dolor miofascial.
No pongas el foco en identificar síntomas, no te pongas etiquetas innecesarias. Porque un síntoma no debe vivirse como una etiqueta que define quién eres: es una respuesta de protección, puntual o mantenida en un periodo de tiempo, mientras dure la percepción de peligro.
Y un Sistema Nervioso Sensibilizado interpreta peligro sin ser real, y se protege (genera síntomas) sin ser necesario. El síntoma no es el problema, es el mensaje.
Aun así, te dejo la lista al final del artículo.
Por tanto, algunas de las opciones que pueden ayudarte a mejorar tu calidad de vida y manejar los síntomas de la fibromialgia, teniendo en cuenta el desde dónde las vives, incluyen:
La Asesoría de Salud Integrativa analiza todas las posibles causas de tu malestar, desde tus hábitos y emociones hasta desequilibrios físicos y neurológicos. En mi Centro de Salud Integrativa ofrezco una guía personalizada para ayudarte a gestionar el dolor crónico y mejorar tu bienestar gracias a nuestro enfoque global y personalizado. En ella te recomendamos las herramientas más adecuadas en tu caso y desde dónde realizarlas, por ejemplo:
Movilizaciones, estiramientos neurodinámicos, ejercicio en agua, caminar -todo ello en condiciones que no aumenten tu percepción de peligro- son excelentes opciones para aliviar el dolor.
Técnicas como la respiración guiada, la meditación (activación de ondas alfa cerebrales) caricias y experiencias sensoriales agradables (música suave, ambientes naturales de baja carga sensorial – ruido, luz, frío o calor…- pueden ayudar a reducir esa percepción de peligro.
A lo largo de los años, muchas mujeres han aprendido a manejar su dolor crónico con el apoyo adecuado y estrategias efectivas. Si sientes que necesitas apoyo adicional y estrategias personalizadas, te invito a reservar una sesión de Asesoría Integrativa con un miembro de mi equipo.
Juntas, podemos trabajar en un plan que te ayude a manejar el dolor y a mejorar tu bienestar general.
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