Puede que nunca te hayas parado a pensarlo, pero hay un nervio en tu cuerpo que te acompaña en muchos más momentos de los que imaginas. El nervio vago no solo conecta tu cerebro con órganos vitales como el corazón, los pulmones, el estómago o los intestinos… también está presente en cada emoción que atraviesas.
Es él quien acelera tu corazón cuando ves a esa persona que te maravilla. El que te permite respirar más profundo cuando recibes un abrazo que te sostiene. Es el que favorece tu digestión para que puedas nutrirte y seguir creciendo, y también quien facilita esos momentos de desahogo natural en el baño.
Pero su papel va mucho más allá de lo fisiológico. El nervio vago es ese puente silencioso entre lo que piensas, lo que sientes y lo que tu cuerpo experimenta. Está detrás de las mariposas que revolotean en tu estómago cuando te enamoras… y también de ese nudo tenso cuando vas a tener una conversación difícil, o cuando te enfrentas a un reto que te inquieta.
Comprender cómo actúa este nervio es empezar a entenderte mejor: cómo vives, cómo reaccionas y cómo puedes empezar a regular tus respuestas internas para cuidar de tu salud integral desde dentro.
En este artículo, exploraremos en detalle las funciones del nervio vago, cómo influye en nuestra salud física y emocional, y por qué es crucial cuidar de él para mantener un bienestar integral.
La función del nervio vago es ser el gran regulador de muchas funciones vitales en nuestro cuerpo. Aunque no solemos ser conscientes de su trabajo, está constantemente asegurándose de que todo funcione de manera equilibrada y armoniosa. Como parte del sistema nervioso autónomo, es responsable de mantener nuestro cuerpo en equilibrio, gestionando las respuestas físicas y emocionales de manera que nos permita funcionar de forma eficiente, sin que tengamos que pensar en ello. Entre las funciones del nervio vago se encuentran:
Una de las funciones más esenciales del nervio vago es su capacidad para regular el ritmo cardíaco. ¿Sabías que cuando experimentamos estrés, el corazón tiembla bajo la presión de la ansiedad? Este nervio es el encargado de contrarrestar estos momentos y devolver al corazón a su ritmo más tranquilo. Mediante la estimulación de este nervio, el cuerpo puede disminuir la frecuencia cardíaca, ayudando a reducir la presión arterial y a crear un estado de calma. Es como un freno natural que actúa para evitar que el cuerpo se sobrecargue o se mantenga en un estado de alerta constante.
El nervio vago también juega un papel crucial en nuestra respiración. Cuando está funcionando correctamente, ayuda a que nuestra respiración sea más profunda y relajada, facilitando la oxigenación adecuada de todo el cuerpo. Esta función es esencial cuando nos encontramos en situaciones de estrés o ansiedad, ya que promueve una respiración más pausada, lo que favorece la relajación.
La digestión es otro campo en el que el nervio vago se destaca. Se asegura de que los procesos digestivos ocurran de manera eficiente, desde la producción de enzimas y jugos gástricos hasta la motilidad intestinal. En términos sencillos. Ayuda a que tu sistema digestivo funcione de manera óptima, permitiendo que los alimentos se descompongan correctamente y que los nutrientes sean absorbidos por el cuerpo. Sin su estimulación, los problemas de digestión, como la hinchazón o el malestar estomacal, pueden aparecer.
Actúa como un conductor que dirige la digestión de una manera armoniosa, ayudando a que tu cuerpo procese y aproveche los alimentos correctamente, ayudando a mantenernos con energía y sin molestias digestivas.
El nervio vago es, en muchos sentidos, el gran puente entre lo que sentimos en nuestra mente y lo que experimenta nuestro cuerpo. Si alguna vez te has sentido abrumado, con ansiedad o simplemente agotado emocionalmente, es posible que hayas notado que esos sentimientos no solo afectan tu estado mental, sino también cómo te sientes físicamente: tensión, dolores, problemas para respirar o descansar.
Ayuda a restablecer ese equilibrio activando la respuesta parasimpática, lo que reduce la ansiedad, ayuda a controlar la respiración y promueve la relajación. Es como un interruptor que nos permite desconectar del “modo alerta” y pasar al “modo descanso y reparación”, lo cual es esencial para nuestra salud mental.
En personas que sufren de dolor crónico, la disfunción del nervio vago puede agravar la sensación de malestar, haciendo más difícil la modulación del dolor y afectando la calidad de vida.
La estimulación del nervio vago, por ejemplo a través de técnicas de respiración profunda o meditación, puede ser una herramienta poderosa para activar esta respuesta calmante y reducir la tensión acumulada en el cuerpo. Esta función es aún más crucial para quienes sufren de dolor crónico, ya que el estrés constante puede amplificar la percepción del dolor.
Nota importante: Cuando se activa adecuadamente, ayuda a disminuir los efectos negativos del estrés crónico, contribuyendo a una mayor resiliencia emocional y física. 🌿
Al activar la respuesta antiinflamatoria, el nervio vago ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que puede ser útil en enfermedades autoinmunes, artritis o incluso problemas de piel como el eczema.
Cuando estamos estresados o atravesamos situaciones difíciles el cuerpo puede disparar una inflamación innecesaria. Pero aquí es donde hace su magia. Al modularlo, este nervio reduce la inflamación, ayudando a calmar nuestra respuesta inmune. Y no se trata solo de eliminar el malestar, sino de restablecer ese equilibrio que nos permite sentirnos bien de nuevo, sin el peso de una inflamación crónica que pueda afectar nuestra salud.
Este mecanismo natural nos recuerda que nuestro cuerpo tiene recursos internos para curarse y equilibrarse.
🔬 Para quienes sufren de dolor crónico, la inflamación es a menudo una de las principales causas de la persistencia del dolor, y el nervio vago puede ser una herramienta clave para reducirla.
El nervio vago es un verdadero aliado para nuestro bienestar, pero, como todo gran aliado, necesita ser cuidado y activado para funcionar correctamente. Afortunadamente, hay formas sencillas de estimularlo:
Una práctica tan simple como inhalar lentamente por la nariz durante 4 segundos, sostener la respiración durante 4 segundos y exhalar suavemente por la nariz durante 6 segundos puede activar el nervio vago, ayudando a reducir la ansiedad, el estrés y mejorando la claridad mental.
La meditación es otra herramienta efectiva para estimular el nervio vago. Al meditar, sobre todo con enfoques como la atención plena, estamos entrenando nuestra mente a calmarse y a concentrarse en el presente.
Técnicas de estiramientos suaves, que impliquen varias áreas del cuerpo con movimientos lentos y conscientes, relajación muscular progresiva o incluso un baño caliente en un ambiente tranquilo coordinados con una respiración adecuada pueden ayudar a relajar el cuerpo y regularlo.
Estas prácticas no solo son útiles para el bienestar general, sino que pueden ser especialmente beneficiosas para quienes padecen dolor crónico, ya que ayudan a reducir la percepción del dolor y mejorar la calidad de vida.
Cuando no está funcionando como debería, pueden aparecer una serie de síntomas y problemas que afectan tanto nuestra salud física como emocional.
Uno de los signos más comunes de un nervio vago desajustado es la dificultad para manejar el estrés. Esto puede manifestarse como una frecuencia cardíaca elevada que no disminuye, respiración acelerada o problemas digestivos, como hinchazón, estreñimiento o dificultad para digerir los alimentos. También es posible experimentar dolores de cabeza frecuentes, fatiga crónica y trastornos del sueño, ya que juega un papel esencial en la regulación del sueño reparador. En casos más intensos, puede aparecer lo que se conoce como disautonomía, un trastorno del sistema nervioso autónomo. Sus síntomas incluyen desmayos, temblores, mareos repentinos, sacudidas involuntarias o taquicardias sin causa aparente.
También afecta al sueño reparador, lo que impide que el cuerpo se recupere y acabe acumulando más desequilibrio. Escuchar estos síntomas es clave para empezar a regular tu sistema nervioso y cuidar tu salud integral.
A nivel emocional, puede generar una sensación constante de ansiedad, preocupación y dificultad para relajarse. Y a nivel cognitivo puede generar dificultad para recordar, para concentrarse, integrar nuevos conocimientos, entre otros. Sin la capacidad de activar la respuesta parasimpática, el cuerpo permanece en un estado constante de alerta, lo que afecta la salud emocional y cognitiva a largo plazo.
Este desajuste también puede interferir con el sistema inmunológico, reduciendo nuestra capacidad para luchar contra infecciones o inflamaciones. Esto se debe a que ayuda a regular las respuestas inmunológicas del cuerpo, y sin su correcta función, podemos sentirnos más vulnerables a enfermedades. Incluso en casos extremos pueden desarrollarse activamente trastornos autoinmunes.
👉Si sientes que alguno de estos síntomas resuena contigo, puede ser una señal de que tu nervio vago necesita más atención y cuidado.
El nervio vago es un componente vital de nuestra salud integral. Regula funciones esenciales del cuerpo y es clave para equilibrar nuestras respuestas emocionales y físicas ante el estrés. Al cuidarlo, podemos mejorar la digestión, reducir la ansiedad, optimizar el funcionamiento de nuestros órganos y, en general, disfrutar de un bienestar más completo y armonioso.
Recuerda que tu cuerpo tiene una capacidad increíble para sanar y equilibrarse, y las funciones del nervio vago juegan un papel fundamental en este proceso. Al darle la atención que necesita, estarás promoviendo una vida más plena, menos afectada por las tensiones diarias y más conectada con tu bienestar integral.
Si sientes que tu nervio vago no está funcionando correctamente, nuestra Asesoría Integrativa puede ser la solución. Con un enfoque global y personalizado, te ayudaremos a entender las causas subyacentes de tus molestias y te guiaremos hacia prácticas y terapias que lo estimulen y lo equilibren.
En nuestras sesiones de Asesoría Integrativa, nos enfocamos en ofrecerte herramientas efectivas, adaptadas a tus necesidades, para que puedas recuperar tu equilibrio físico y emocional. Juntos, diseñaremos un plan que te permita activar tu nervio vago y lograr una vida más saludable y plena.
Fátima Maldonado – Centro de Salud Integrativa en Córdoba
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